A la hora de iniciar un negocio, muchos expertos aconsejan que el peso no recaiga sólo sobre uan persona, sino que se busquen socios, en especial socios con participación TOTAL, es decir no solo económico, sino laboral.
¿Es esto realmente aconsejable?
Pues bien, ni sí ni no...depende de cómo sea el socio que encuentres.
Suena absurdo, pero la mayoría de personas emprendedoras cometen el error de asociarse con gente no afín, o de otro sector.
"Ya aprenderá", "al fin y al cabo quiere invertir"...son algunas frases comunes.
La mayoría de sociedades se rompen en seguida. Casi siempre es un socio el que pone el conocimiento, o las ganas de emprender.El otro suele empezar al poco a verlo crudo, a ver que eso se complica, que aumentan los gastos, o a pensar que no tiene el papel que se merece en la sociedad.Al fin y al cabo...¿quien manda? ¿El que grita más en las reuniones?¿Quién asume el rol de líder sin disgustar al otro?
Una sociedad debe tener establecida los roles desde el inicio de forma democrática, pero lógica.¿Cuantas veces en programas como "Pesadilla en la cocina", por ejemplo, vemos que el que se erige como líder no sabe liderar, ni tomar decisiones sabias, e incluso lleva a pique la empresa?
La mayoría de sociedades que comienzan su andadura, cometen el error de centrarse en lo económico.El planteamiento del emprendedor original es del tipo: "Necesito dinero extra para montar algo decente, pero no aparece nadie que sepa de este sector, pero Fulano quiere invertir aunque no sabe de esto.Lo haré socio".
Recuerda, montar una sociedad es relativamente fácil y rápido.Pero disolverla es más lento y farragoso.
Por no hablar de los casos (especialmente en hostelería), de socios que meten la mano en la caja para sus vicios/caprichos, endeudando la empresa, que de no ser por eso sería rentable.
Lo mejor, obviamente, es que ambos socios sepan del sector, o como minimo, pertenezcan a esa rama.Por ejemplo, en una empresa tecnológica uno de ellos puede ser muy bueno en la parte técnica, y el otro tener muchos contactos o una capacidad de relaciones públicas de ensueño en el sector, por haber sido comercial durante años, por ejemplo.
¿Qué ocurre si esto no es posible? ¿Y si no conocemos ni aparece nadie que sepa del gremio, pero necesitamos de ese capital?
En ese caso, créeme, lo mejor es un préstamo si es que te lo conceden, o empezar aspirando a menos, ya que de otra forma tienes altas probabilidades de que la sociedad se rompa, debas dinero al socio incluso, y tu empresa quiebre.
Conozco talleres mecánicos que empezaron 2 socios, trabajaba realmente uno, el otro a paseos y "gastos de empresa", y uno de ellos acabó con deudas de hasta 150000€. Tiendas de informática que empezaron ilusionados ambos, pero sólo uno dominaba el sector, el otro averiaba más que reparaba, provocando deudas al otro, así que se disolvió la sociedad.Para no quedar a mal, (cosa muy común), el socio que seguía con el negocio le devolvió la inversión inicial al otro socio.Pero tal y como lo habían planteado se endeudo y acabó debiendo dinero a proveedores, y cerró.
Un bar restaurante, iba muy bien, gastaron mucho dinero en comprar un local grande y céntrico, reformarlo.Contrataron personal cualificado y con experiencia, pero uno de los socios había pedido el dinero a quien no debía (bastante común también), así que metía la mano en la caja a menudo, causando que el negocio fuese mal aparentemente, e incluso se despidiesen empleados acusandolos de robar.Cuando lo pilló el otro socio era tarde.El negocio cerró.
Son 3 ejemplos, pero te invito a preguntar a empresarios con socios, o comercios formados como sociedades o Comunidad de Bienes (más fácil de deshacer), que hayan cerrado, cuál fue la causa. En especial a esos negocios que uno a veces mira, los ve cerrados de la noche a la mañana y piensa: "Si siempre estaban llenos de clientes, les iba bien, ¿que pasaría?.
Una vez que escuches sus ejemplos, verás lo que conviene más a tu negocio.
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